Plantar una nueva Iglesia cumple el mandato de "hacer discípulos" a través del evangelismo de nuevos convertidos, seguido por un discipulado continuo y el entrenamiento de nuevos creyentes.

Estamos convencidos que Dios no llama a personas capacitadas, sino que capacita a los que llama. Por eso, nos hemos comprometido a enseñar la Palabra de Dios de manera sistemática, formando personas llamadas por Dios, que impactan sus alrededores.

Nuestro deseo es apoyar, ayudar y fortalecer Iglesias para que el nombre de Cristo sea anunciado en todas partes y que cada Iglesia forme discípulos, cumpliendo así la Gran Comisión, y promoviendo la necesidad de plantar otras Iglesias.